Entrevista a Camila Llano
- Rosa Gutiérrez
- 23 abr 2024
- 7 Min. de lectura
Marca: @Dela.Col
Camila Llano, una emprendedora Barranquillera de 29 años está captando atención con su marca, Dela. Su enfoque en la sostenibilidad ha dado lugar a productos, donde utiliza retazos de tela de muebles, para crear bolsos, carteras, monederos, entre otros. Su pasión por el medio ambiente y su deseo de crecimiento la han llevado a soñar en grande. Camila quiere llevar los productos de Dela, a todos los rincones del mundo.
En esta entrevista, exploraremos cómo comenzó su viaje como emprendedora, sus desafíos, y planes a futuro.
Entrevistador: ¿Cómo nació la idea de crear Dela y que fue lo que más te inspiró a enfocarte en la moda sostenible?
CLl: Mi mama hacía cosmetiqueras, pues le decía a la costurera, hazme una cosmetiquera y se la regalaba a las clientas. ¿Venden un sofá? Bueno, mira, cosmetiquera. Y cuando yo llegué y empecé a crear y tener ideas, lo primero que hice fue una bandeja. No la hice yo, pero le dije al carpintero, ven acá, aquí queda un montón de madera. Cortémosla y ahí hicimos una bandeja
Fue lo primero que hicimos. Ese fue el primer producto de Dela. Pero nunca, nadie, o sea, nunca nadie lo supo. Ahora que me acuerdo ese fue el primer producto. Y mi papá dijo, Camila, esto es lo tuyo. Para mí fue súper normal, para mí era como si, como que no, es súper casual hacer una bandeja con frutas.
CLl: Y mi papá dijo, no, esto está chévere, esto es un tema bacán. Entonces ahí fue cuando dije, ok, aquí hay una oportunidad, me encanta construir, yo soy súper creativa, Entonces le dije, de una, vamos a ver qué empezamos. Y empezamos con las cosmetiqueras, y eso fue ya Dela de verdad.
Dela ha sido como una evolución, pero las primeras cosmetiqueras yo les hacía un adorno y yo decía, Ay, hermosa. Solo que los herrajes eran como herrajes que me tocaba comprar miles y yo decía, no esto se va a oxidar.
CLl: Entonces sí fue evolucionando porque hay algo que a mí me gustaba como consumidora de bolsos y era la calidad. Siempre decía, Quiero tener un bolso. Ah, porque yo tenía muchos bolsos en Bogotá, como de Zara, Bershka, y yo los traje a Barranquilla y se me destruyeron todos. Porque es esto, claro, todos se deshacían por estar guardados. Entonces yo decía, tengo que buscar herrajes buenos. Entonces la cosmetiquera fue evolucionando, ya venían con herrajes que eran mucho más bonitos, pero después eran carísimos. O sea, cada herraje costaba como tres mil y yo sin presupuesto haga treinta, haga cincuenta, pues ya era plata. Y después empezamos con los monederos y fue una primera feria que tuve en The Local Project, que fue en la casona del prado. Fue la primera feria que tuve.
Entrevistador: ¿Cómo es el proceso de transformación de los productos de Dela?. Porque, pues, entiendo que hacen productos con retazos de tela.
CLl: Bueno, la tela, digamos que transformarla ha sido lo más fácil. Al principio, empezamos a hacer monederos, yo buscaba la forma de darle consistencia. Entonces yo buscaba, no sé si has visto el monedero. Es este. Y entonces, ah, este es nuevo, este va para Feria Eva. Está una locura.
CLl: Y entonces el monedero, yo decía, necesito darle fuerza. Y yo compraba un foam, duro, que es como para zapatos. Todos los primeros monederos salieron de eso y después yo veía que yo tenía espuma, los muebles cuando se venden, se empacan en la espuma, que se llama Yumbolon. Y yo decía esto no se puede reciclar, toca botarla. Y empezó a evolucionar y ya es la que les da la consistencia a los monederos. Entonces empezamos a transformar el Yumbolon, empezamos a transformar la espuma también, y ya hay cosmetiqueras que hacemos con espuma.
CLl: Yo le digo a mi costurera, como que los materiales nos hablan. O sea, los materiales también se expresan tal y como quieren ser y es importante ver todas esas propiedades que nos dan los materiales, aparte por lo que cada pieza de Dela es única, entonces decimos, dejemos que la pieza sea lo que decidas. Tiene historia, cada prenda tiene una historia del proceso.
Entrevistador: ¿Qué desafíos has presentado al trabajar con estos materiales? ¿Y cómo has superado esos desafíos?
CLl: Bueno, por ejemplo, con las telas, me he pasado mucho, más con los bolsos circulares, a mí me encantan.
CLl: Ha sido un reto porque, primero, el almacenamiento de esos bolsos es complicado porque son así, no se pueden aplanar, son grandes. No es como que todos estos bolsos que, por ejemplo, yo los meto en una maleta y caben 200, entonces el almacenamiento de los circulares es súper complejo, no se pueden agarrar. El trabajo es gigante y la gente no… o sea, son los que menos se venden.
CLl: Pero son muy lindos y los hemos puesto hasta precio y costo, no se venden. Ese bolso nosotros los hacíamos y las telas, hay telas que no quedan bien. Entonces, nos dábamos cuenta, al final, cuando ya habíamos hecho todo un proceso, cuando lo terminábamos, la tela no cedía, o sea, muere un tema circular.
Imagínate tú ya terminado un bolso. Esos han sido retos porque hay telas que no ceden, hay telas que… no sé, o que se ponen muy flexibles. Entonces, siempre ha sido como un tema de prueba y error.
Entrevistador: ¿Qué impacto ambiental positivo esperan lograr a través de su enfoque en la moda sostenible?
CLl: Bueno, ahorita hemos logrado bastante. Digamos que todos estos bolsos que hemos hecho, yo tenía la cuenta hace poquito y eran más de 200 kilos transformados. Bueno, no super poquito, pero es que los monederos son como 30 gramos. Entonces yo lo empecé a pesar como para medir ese impacto, ven acá, ¿qué tanto estamos transformando? Entonces, por ejemplo, en la fábrica se ha visto que se ha dejado estar mucha tela. O mucho y un bolón. Y ahí ya yo digo, estamos haciendo algo por el planeta. Y bueno, y no solo eso, sino que los trabajadores ya son más conscientes. Entonces es bonito como que alrededor del proyecto la gente empieza a generar conciencia y diga, mira que esto, no lo votemos, busquemos la manera de darle una oportunidad. Y también con las otras marcas, a mí me mandan muchos retazos. Entonces, por ejemplo, Zutex una vez me mandó 17 cajas llenas de retazos.
CLl: Sí nos tocó votar cosas porque son catálogos, entonces vienen a veces las telas, con pegantes, es todo un proceso. Pero fueron 17 cajas y no sé cuánto habremos votado. Que votamos una caja con los desechos, que no podíamos reciclar, que ya era imposible. Y el resto se salvó. Entonces es chévere que por lo menos estemos ahí poco a poco logrando, y que no se está yendo a la basura, esto está creando bolsos, y bolsos que son chéveres, que son buenos, que tienen vida.
Entrevistador: ¿Qué respuestas has recibido de los consumidores hacia tus productos y el enfoque que ustedes tienen?
CLl: Bueno, mucha gente me felicita, es bacanísimo lo que haces, le llama mucho la atención el proceso, todo lo que hacemos, la gente realmente, sí, que chévere. Pero la gente no lo valora, es súper difícil vender sostenible. Y yo creo que aquí en Colombia la fama de lo sostenible, no sé, la gente lo percibe como de mala calidad, o como algo muy barato, o como algo muy, esto no es nada.
CLl: Yo digo, la idea es que estos productos que vendamos les demos como una categoría especial y que la gente literalmente diga, wow, es sostenible, pero es algo que se ve bonito, que se ve bien hecho. Y es innovador. Mucha gente dice eso, es como bacanísimo. Porque no lo había visto en otra parte, es innovador, es creativo. Y mira, no solo eso, es diferente cada bolso, muy poquita gente te hace algo diferente.
CLl: Hay un diseñador que se llama Alejandro Croquet, creo que se llama, él hace prendas sostenibles, y cada prenda es única, pero vale 900 mil pesos. En cambio, yo voy pedaleando, y es como, mira esto vale 30 mil, y la gente es como, no entienden. Eso sí, yo lo he aprendido, y yo le digo a mucha gente, no le interesa, no le interesa. La gente prefiere tener un bolso que todo el mundo tiene, el bolso que está de moda, el bolso que no sé. El bolso que está en tendencia. A lo que ven redes, y a veces hay gente que sí vende cosas sostenibles, pero todo el mundo se convence es porque es tal marca.
Entrevistador: ¿Qué consejos le darías a marcas que desean adoptar estas prácticas sostenibles en la industria de la mano?
CLl: Bueno, algo súper importante de lo que te estaba diciendo es el tema de ver los acabados. Crear productos que independientemente que sean con retazos, que sean productos buenos. ¿Por qué? Porque necesitamos empezar a generar una conciencia o empezar a decir esto es sostenible, pero no es malo, no es feo. Digamos que aquí hay muy pocas marcas, pero en Bogotá ya hay muchas más marcas que venden sostenible, que son costosas.
CLl: Igual es un reto, pero sí siento que primero que todo es enfocarse en crear productos que generen valor y que la gente diga wow, eso vale lo que vale. No antes por de bajearnos, porque si hacemos un bolso horrible con un montón de telas, que vaina tan horrible. Entonces es como eso, enfocarse en el producto, en hacer muy buenas cosas, probar con la comunicación.
CLl: Yo estoy en ese proceso de qué hacemos, y cómo logramos que la gente se conquiste o se enamore de lo que hacemos, porque es muy difícil. Es muy difícil comunicarle a la gente que son retazos, es muy difícil comunicarle a la gente que somos creativos. Ah bueno, la creatividad es súper importante, que sean muy creativos. Creo que el tema de la transformación de retazos es un tema de creatividad. Aquí qué hacemos, hay mucho potencial y entre más uno explora, más descubren muchas más cosas por hacer. Entonces no solo se pueden hacer bolsos, se pueden hacer prendas, se puede hacer de todo.








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